miércoles, 10 de julio de 2013

El tratado de libre comercio UE-EE.UU. abrirá grandes oportunidades para España

El tratado de libre comercio UE-EE.UU. abrirá grandes oportunidades para España
«El comercio libre y justo de uno y otro lado del Atlántico sustentará millones de empleos estadounidenses bien remunerados». De esta manera abrió la veda, el pasado mes de febrero, Barack Obama ante un posible acuerdo de Tratado de Libre Comercio (TLC) entre EE.UU y la U.E. Ello supondría liberalizar un tercio del comercio global, con la supresión y reducción de las barreras no arancelarias, principalmente.
El español Ignacio García Bercero, director de la Dirección General de Comercio de la Comisión Europea, y su contrapartida, Dan Mullaney, liderararán esta primera toma de contacto que según el investigador del Real Instituto Elcano, Federico Steinberg, sólo servirá para establecer un calendario de negociaciones. Por tanto, se presenta una primera fecha en el calendario, 2015 - el año que viene la Comisión Europea termina mandato -, con el comisario europeo de Comercio, Karel de Lucht como paladin impulsor de este posible acuerdo. Según la Comisión Europea, el acuerdo supondría unos beneficios anuales de 119.000 millones de euros, es decir, 545 euros por hogar.
Esta primera ronda de negociaciones, que se celebra en Washington hasta próximo día 12, reúne al principal destino de la inversión externa de la UE y al segundo objetivo de las exportaciones de EE.UU. tras China. Sin embargo, esto no significa sino el comienzo de un tira y afloja por los puntos de conflicto existentes entre estos dos agentes mundiales. Las principales barreras del lado norteamericano son la actual ley de Buy american - bloquea la compra pública a las empresas foráneas -, y el tráfico aéreo. Para Europa, el tema agrícola y los productos genéticamente modificados, y además, la tradicional resistencia francesa a un tratado semejante con su cierre en banda en el tema cultural.

¿Cómo afectaría a España?

Un estudio de la fundación alemana Bertelsmann concluye que España sería el cuarto país que más puestos de trabajo crearía si se llegase a concretar el acuerdo transatlántico y también el cuarto en el que más se incrementaría la renta per cápita a largo plazo. En concreto, el estudio estima que en España se podrían generar entre 36.000 y 143.000 nuevos empleos, dependiendo de si se eliminan sólo las barreras arancelarias, o si acaban también las no arancelarias (normativas de calidad, estándares nacionales, especificaciones técnicas propias, cuotas,etc).
Para Carlos Rodríguez Braun, doctor en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense, un acuerdo de tal magnitud «favorece a todo el mundo en la medida que abarata los costes, mejorando la productividad y fomentando que los paises se especialicen en los bienes y servicios donde tienen mayores ventajas comparativas». Por tanto, este TLC abriría un mercado como el estadounidense a las empresas españolas que aún ven barreras a su expansión tal y como reconoce el señor Steinberg. Actualmente, EE.UU. es el principal socio comercial de España fuera de la U.E., lo que traducido en cifras de intercambio supone, de enero a abril de 2013, en torno al 4% de las exportaciones y las importaciones.
Braun lo tiene claro ante los posibles perjuicios para las pymes y entidades con problemas, «las empresas menos competitivas de un sector claro que estarían disconformes». Además recurre al tema agrícola, fuertemente subvencionado en USA y UE, donde «los empresarios agrícolas siempre han protestado y han demandado una destacada protección por si arribaba un malvado del exterior y venden productos más baratos». Aunque Steinberg cree que, pese a que la agricultura esté en la agenda, «claramente es el sector con menos posibilidades que se liberalice nada porque tanto Europa como USA tienen sistemas intervencionistas muy fuertes».

¿Qué sectores se verían mas favorecidos?

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, para una reciente entrevista ofrecida a Forbes España, ha aventurado que el «segmento del coche medio, tecnológicamente avanzado, tiene una gran oportunidad». Pero, todavía, es muy pronto para adentrarse en predicciones de tal enjundia. En cuanto al efecto que supondría este tratado para las relaciones comerciales españolas con América Latina - desviación de comercio-, Steinberg resta importancia aludiendo a que «el intercambio de España con América Latina no pesa demasiado, en España es más importante Europa o la UE, en general». Aunque eso sí, para el investigador este posible acuerdo, sin fecha fija, presenta un mayor significado en la geopolítica que lo que pueda repercutir económicamente. 

Fuente: www.abc.es 

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